Enfermedad por coronavirus, COVID-19
Resumen de la
situación en España:
Primeras medidas de
contención
Debido
a la rápida propagación de la epidemia, el 9 de marzo, contando a mediodía el
país con 999 casos positivos y 16 fallecidos repartidos por las 17 comunidades
autónomas, los gobiernos autonómicos de las regiones
más afectadas comenzaron a tomar precauciones para evitar la propagación. La Presidenta de la Comunidad de Madrid,
Isabel Díaz Ayuso, anunció la
cancelación durante dos semanas de las clases en la Comunidad a todos los
niveles educativos, una medida que afecta a más de 1,5 millones de estudiantes,
así como la cancelación o retraso de las consultas médicas, pruebas
diagnósticas y cirugías no esenciales. El Gobierno Vasco
suspendió las clases en centros educativos de Vitoria
y Labastida,
disposición que el 13 de marzo se extendió a todo su territorio. La Rioja tomó la misma decisión
con sus centros educativos el 10 de marzo, momento en el cual contaba con 155
casos. Ese mismo día, la Generalidad Valenciana anunció el
aplazamiento de Las Fallas, que debían
transcurrir entre el 15 y el 19 de marzo.
Por
su parte, el 10 de marzo el Consejo de Ministros acordó la
prohibición de todos los vuelos directos entre Italia
y España y la suspensión de los eventos de más de 1000 personas en Madrid, La
Rioja y Vitoria. El 13 de marzo, con 4209 positivos y 120 fallecidos, la
Comunidad de Madrid ordenó el cierre de todos los locales hosteleros y Marruecos
suspendió las comunicaciones aéreas y marítimas con España, así como el cierre
de los pasos fronterizos con Ceuta
y Melilla.
Finalmente, Pedro Sánchez comparece ante los
medios para anunciar que había convocado para el siguiente día un Consejo de
Ministros extraordinario para decretar el estado de alarma
en todo el territorio nacional.
Estado de alarma
El
14 de marzo, cuando en España se contaban alrededor de 6000 casos y de 200
muertos, el Consejo de Ministros declaró el estado de alarma
en todo el territorio nacional con el objetivo de frenar la emergencia
sanitaria provocada por la pandemia de
enfermedad por coronavirus establecido inicialmente por un
periodo de 15 días naturales mediante el Real Decreto
463/2020, disponiendo como autoridad competente el Gobierno de España y cuyo
ejercicio se desarrolla a través de los Ministros de Defensa,
del Interior,
de Transportes,
Movilidad y Agenda Urbana y de Sanidad, bajo la dirección de
la Presidencia del Gobierno.
La principal consecuencia de este mecanismo constitucional es la limitación a
la libertad de circulación de los
ciudadanos, quienes solo pueden circular por las vías públicas
para la adquisición de alimentos, medicamentos y productos de primera
necesidad, para acudir a centros sanitarios, al lugar de trabajo o entidades
financieras o aseguradoras, para la asistencia a personas mayores, menores,
dependientes o especialmente vulnerables, así como por causas de fuerza
mayor.
Durante
las primeras semanas del estado de alarma, el número de contagios confirmados y
de fallecidos aumentó a un ritmo muy elevado. Tras dos semanas de confinamiento
—el tiempo de cuarentena estimado para esta enfermedad— desde el Ministerio de
Sanidad y la OMS
se señaló que España podría estar sobre el buscado «pico de la curva». El 31
de marzo, España registró el mayor número de casos detectados (9222) en un solo
día, mientras que el mayor número de fallecimientos con coronavirus en una
jornada (950) fue registrado el día 2 de abril, produciéndose una cierta
estabilización de la curva y adoptando una fase de meseta sostenida que se ha
mantenido durante las siguientes semanas.
A
pesar de los esfuerzos, las Comunidades Autónomas más afectadas se acercaron al
límite de la capacidad de sus unidades de cuidados intensivos, llegando a
doblar el número de camas disponibles. Fueron numerosos los hospitales de
campaña que se levantaron junto a los hospitales de las regiones más afectadas
para aliviar la presión asistencial de sus centros sanitarios, entre ellos el Hospital de IFEMA
habilitado en los pabellones del recinto ferial del IFEMA
en Madrid desde el 21 de marzo, con una capacidad proyectada para hasta cinco
mil camas y para el cual se destinaron efectivos sanitarios de la red sanitaria
de la Comunidad de Madrid, debiendo cerrar por ello muchas unidades de atención
primaria de toda la región. En esta capital y debido al elevado número de
fallecidos en toda la región, se habilitaron de manera extraordinaria hasta
tres morgues,
dos de ellas situadas sobre pistas de patinaje sobre hielo de dos centros
comerciales y una más en la Ciudad de la Justicia
en el lugar que está reservado para la sede del Instituto Anatómico Forense.
Otra
medida destinada a disminuir la ocupación hospitalaria fue la habilitación de
hoteles medicalizados en algunas regiones, como Madrid, Cataluña, Andalucía o
Valencia, en los que han permanecido los pacientes con un cuadro menos grave de
la enfermedad o para aquellos infectados que no pueden cumplir el
autoaislamiento en su domicilio de una manera eficaz. Para la atención de estas
personas, se formaron equipos médicos para los que se ha contado con licenciados en Medicina pendientes de
realizar el MIR bajo la supervisión de
facultativos. Estos hoteles también han sido destinados al cuidado de personas
provenientes de aquellas residencias de mayores que no pudieran cumplir con las
medidas de aislamiento o que no pudieran hacerse cargo de los residentes por
contagios entre su personal.
Durante
la primera semana de cuarentena, los casos aumentaron hasta los 28 572
positivos confirmados y 1720 fallecidos, lo que llevó al Gobierno a anunciar su
intención de prorrogar el estado de alarma.
El
9 de abril, el Congreso de los Diputados autorizó al Gobierno a una segunda
prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril.
Manejo del brote
Una
parte clave de las actuaciones en un brote de enfermedad infecciosa es tratar
de disminuir el pico epidémico, conocido como aplanamiento de la curva
epidémica. Esto ayuda a disminuir el riesgo de que los servicios de salud se
vean sobrepasados y proporciona más tiempo para desarrollar una vacuna y un
tratamiento. El distanciamiento social y el aislamiento de las poblaciones
infectadas pueden contener la epidemia.
Desescalada asimétrica
Con
la entrada en vigor de la tercera prórroga del estado de alarma el 26 de abril,
se inició la primera medida de alivio de la cuarentena: tras cuarenta y dos
días de confinamiento, los menores de catorce años pueden salir a los espacios
públicos para pasear, hacer deporte o jugar durante una hora al día,
acompañados de un adulto y como máximo a un kilómetro de sus domicilios,
siempre y cuando se respeten las medidas de distanciamiento social. El 28 de
abril, el Consejo de Ministros aprobó el denominado como «Plan de Transición
hacia una Nueva Normalidad», el proyecto para reducir de manera gradual el
confinamiento. Este plan consta de cuatro fases, habiéndose iniciado el 26 de
abril en todo el territorio nacional con la relajación de la cuarentena en
niños. El paso a cada una de las fases sucesivas se llevará a cabo de manera
asimétrica en cada provincia o isla según su situación epidemiológica, la
capacidad de su sistema sanitario para hacer frente a los contagios y sus
indicadores de movilidad y socioeconómicos, con un periodo mínimo de dos
semanas entre fases. La movilidad entre provincias no se permitirá hasta
concluir con las cuatro fases, proyectada para finales del mes de junio.
La
«Fase 0 – Preparación» de este plan,
además de la ya vigente medida de alivio sobre los niños, contempla los paseos
de mayores de catorce años que podrán realizar acompañados por un conviviente o
cuidador en un radio de un kilómetro y durante una hora al día, realizar
deporte de manera individual en la vía pública, los entrenamientos individuales
de deportistas profesionales y la apertura de pequeños comercios con atención
individual con cita previa, medidas que entraron en vigor el 2 de mayo en todo
el territorio nacional. Para poder salir del domicilio para realizar paseos o
hacer deporte existen unas limitaciones horarias que varían en base a tres
distintas franjas de edad: menores de catorce años acompañados entre las 12 y
las 19 horas, mayores de 70 años o personas con dependencia de 10 a 12 horas y
de 19 a 20 horas, y los mayores de 14 años y menores de 70 años, así como el
deporte no profesional, de 7 a 10 horas y de 20 a 23 horas.
La
«Fase 1 – Inicial» proyecta el
inicio de la actividad social como reuniones en casa, la apertura del pequeño
comercio y del sector hostelero con una ocupación del treinta por ciento de la
ocupación de sus terrazas, la apertura de las habitaciones del sector hotelero,
la reactivación del sector agroalimentario y pesquero y de la actividad de los
mercados al aire libre. En el ámbito cultural se contempla la apertura de los
museos con un treinta por ciento del aforo y la celebración de espectáculos con
hasta 30 espectadores en lugares cerrados y 200 en espacios abiertos. Con respeto
al mundo del deporte, se permitirán los entrenamientos medios de los
profesionales y la actividad deportiva no profesional que no impliquen contacto
físico o el uso de vestuarios. Por último, los lugares de culto tendrán una
limitación del treinta por ciento de su aforo y se podrán celebrar velatorios
con un número limitado de asistentes. Las primeras unidades territoriales que
comenzarán con esta fase serán las islas de Formentera,
La Gomera,
La Graciosa
y El Hierro,
previsto para el 4 de mayo.
La
«Fase 2 – Intermedia» y la «Fase 3 – Avanzada» continuarán con la
gradual retirada de las restricciones para los diferentes sectores económicos y
socioculturales y para la movilidad general de la ciudadanía, aumentando las
actividades permitidas y el aforo previsto, pero tratando de evitar las
aglomeraciones y manteniendo estrictamente la distancia social entre las
personas.
Respuesta ciudadana
Desde
el anuncio de la inminente entrada del estado de alarma el 14 de marzo, en España se organizó a través de las redes
sociales el llamado «aplauso sanitario»,
en el que se convocaba a toda la ciudadanía a salir a ventanas y balcones de
toda la geografía a unirse en un aplauso simultáneo en apoyo y reconocimiento
al personal sanitario que trabaja para combatir la expansión del virus a las 22
horas, poco después de que tuviera lugar el discurso de Pedro Sánchez.
Desde ese día, este gesto se ha convertido en una rutina que se repite a las
20 horas de cada día con un gran seguimiento en toda España, extendiéndose en
apoyo a otros colectivos que trabajan durante la cuarentena en servicios
básicos.
Prevención. Medidas
preventivas
Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
Cómo lavarse las manos Lavarse
las manos a menudo con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente
después de ir al baño; antes de comer; y después de sonarse la nariz, toser o
estornudar. Si no hay agua y
jabón disponibles, usar un desinfectante de
manos a base de alcohol con al menos un 60 % de
concentración. Siempre lavarse las manos con agua y jabón si las manos están
visiblemente sucias.
Al
toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con la sangría o fosa
cubital (la concavidad que forma la cara interna del brazo
al flexionarlo por el codo).
Mantener
al menos un metro de distancia de otras personas, «particularmente aquellas que
tosan, estornuden y tengan fiebre».
Evitar tocarse los ojos, la nariz y
la boca.
Las
organizaciones de salud recomendan cubrirse la boca y la nariz con el codo
flexionado al toser o estornudar o cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo
desechable (que luego debe desecharse de inmediato) y a continuación lavarse
las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.
Ir
al médico en caso de fiebre, tos y dificultad para respirar, llamando con
antelación si se encuentra en zonas donde se está propagando el virus o si se
las han visitado en los últimos 14 días.
Permanecer
en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como
cefalea y rinorrea leve, hasta que se recupere si se encuentra en zonas donde
se está propagando el virus o si se las han visitado en los últimos 14 días.
Para
reducir las posibilidades de infectarse, las organizaciones sanitarias
recomiendan evitar el contacto cercano con personas enfermas; lavarse las manos
frecuentemente con agua y jabón; no tocarse los ojos, la nariz o la boca con
las manos sin lavar; y practicar una buena higiene respiratoria.
Se
recomienda a las personas que ya estén infectadas que se queden en casa,
excepto para recibir atención médica, llamar con antelación antes de visitar a
un proveedor de atención médica, usar una mascarilla facial (especialmente en
público), tapar la tos y los estornudos con un pañuelo desechable, lavarse las
manos regularmente con agua y jabón, y evitar compartir artículos personales
del hogar. Dependiendo de la legislación de cada país, el contagio intencionado del virus
está penado de acuerdo al ordenamiento jurídico de donde ocurra
el hecho.
El
SARS-CoV-2 puede sobrevivir y permanecer contagioso en superficies inanimadas
como metal, vidrio o plástico por varios días. Los métodos para eliminar el
virus de las superficies incluyen desinfectantes a base de cloro,
etanol
al 75 %, ácido peracético y cloroformo.
Aquellos
que sospechan que están infectados deben usar una mascarilla quirúrgica
(especialmente cuando están en público) y llamar a un médico para recibir
asesoramiento médico. Al limitar el volumen y la distancia de viaje de las
gotas respiratorias dispersas al hablar, estornudar y toser, las máscaras
pueden beneficiar la salud pública al reducir la transmisión de aquellos infectados
sin saberlo. Si no hay una máscara disponible, cualquier persona que experimente
síntomas respiratorios debe cubrirse con un pañuelo al toser o estornudar,
desecharlo rápidamente en la basura y lavarse las manos. Si no está disponible
un tejido, las personas pueden cubrirse la boca o la nariz con el codo
flexionado. Las máscaras también se recomiendan para quienes cuidan a alguien
que pueda tener la enfermedad. Enjuagar la nariz, hacer gárgaras con enjuague
bucal y comer ajo no son métodos efectivos.
Coloque
la máscara con cuidado para cubrir la boca y la nariz y átela de forma segura
para minimizar cualquier espacio entre la cara y la máscara; mientras esté en
uso, evite tocar la máscara; Quítese la máscara usando la técnica apropiada (es
decir, no toque la parte delantera sino que quite el encaje por detrás);
Después
de retirarlo o cada vez que toque inadvertidamente una máscara usada, limpie
las manos con un desinfectante para manos a base de alcohol o jabón y agua si
está visiblemente sucia;
Reemplace
las máscaras con una nueva máscara limpia y seca tan pronto como se humedezcan;
No reutilice máscaras de un solo uso; deseche las máscaras de un solo uso
después de cada uso y deséchelas inmediatamente después de retirarlas.
No
hay evidencia que demuestre que las máscaras protegen a las personas no
infectadas con bajo riesgo, y usarlas puede crear una falsa sensación de
seguridad
Transmisión del Covid.
Los
organismos de salud pública aconsejan que las personas que sospechan que pueden
tener COVID-19 deben restringir las actividades fuera del hogar, excepto para
obtener atención médica:
No
ir al trabajo, la escuela o las áreas públicas. Evitar el uso de transporte
público, viajes compartidos o taxis. Llamar con antelación antes de visitar a
un médico. Separarse de otras personas y animales en el hogar; no compartir artículos
personales; usar un baño separado si está disponible
Usar
un limpiador doméstico para limpiar todas las superficies que se tocan con
frecuencia (mostradores, inodoros, perillas de puertas, etc.) todos los días.
Además
se ha recomendado evitar el contacto con animales, tanto vivos como muertos, en
las zonas donde se está propagando el virus y, una recomendación para reducir
también el riesgo de otras enfermedades infecciosas, solamente comer carne o
huevos si están bien asados o cocinados.
Distanciamiento social
El
distanciamiento social incluye acciones de control de infecciones destinadas a
retrasar la propagación de la enfermedad al minimizar el contacto cercano entre
las personas. Los métodos incluyen cuarentenas, restricciones de viaje y cierre
de escuelas, lugares de trabajo, estadios, teatros o centros comerciales. Las
personas también pueden aplicar métodos de distanciamiento social limitando los
viajes, evitando áreas llenas de gente y alejándose físicamente de las personas
enfermas. Muchos gobiernos ahora exigen o recomiendan el distanciamiento social
en las regiones afectadas por el brote.
Los
adultos mayores y aquellos con afecciones crónicas graves se enfrentan a un
mayor riesgo de enfermedades graves y complicaciones por COVID-19 les han
aconsejado que eviten las multitudes y se queden en casa tanto como sea posible
en áreas de brote comunitario.
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